Trabajadores de la industria del turismo se rebelan por el verano

Los aeropuertos y las aerolíneas en Europa se encuentran actualmente bajo una presión significativa, ya que las demandas acumuladas durante la pandemia han comenzado a afectar sus operaciones. Con el aumento de la demanda de viajes, la falta de personal se ha convertido en un problema crítico que complica aún más la situación.

Una de las principales causas de esta tensión es una huelga coordinada que involucra a los asistentes de vuelo de Ryanair en cinco países europeos. Este conflicto laboral ha puesto de relieve la inestabilidad que existe en las relaciones laborales dentro de las aerolíneas de bajo costo.

"Es junio y los colegas ya están agotados", expresó Damien Mourgues, un representante del sindicato SNPNC en Ryanair, subrayando la desesperación de los trabajadores. La situación se agrava por los salarios relativamente bajos, donde el salario base se sitúa en 854 euros, con variables adicionales que apenas alcanzan los 8.50 euros por hora.

En el caso específico de España, las quejas se centran en que algunos auxiliares de vuelo, como Pier Luigi Copellon, indican que su salario base es de solo 950 euros. Cuando no tienen vuelos, esta es la única remuneración que reciben, lo que genera frustración entre los trabajadores.

La posibilidad de huelgas también se está convirtiendo en una preocupación en otras aerolíneas como Transavia de Francia y Volotea de España, lo que lleva a una incertidumbre creciente en la industria a medida que se aproxima la temporada estival.

Brussels Airlines ha sido también afectada por la situación, con un miembro de la tripulación que trabaja entre 50 y 60 horas a la semana, lo que subraya la carga que enfrentan los trabajadores en este sector. Claudia de Coster, representante del sindicato Setca-FGTB en Bélgica, ha señalado la excesiva carga de trabajo para los empleados.

La falta de personal se hace especialmente evidente en los controles de seguridad de los aeropuertos, donde el tráfico de pasajeros está en aumento y la plantilla no se ha ajustado a ese crecimiento. Said Abdou, un empleado de Securitas en el aeropuerto de París Orly, ha mencionado que a menudo hay menos personal del necesario para realizar el trabajo eficientemente.

Este escenario ha llevado a un alarmante aumento en la fatiga y el agotamiento entre los empleados de seguridad, quienes enfrentan estrés adicional debido a la falta de permisos durante el verano. Abdou destacó que este tipo de presión puede resultar en una alta tasa de ausencias.

Recientemente, una huelga en el aeropuerto de Zaventem en Bruselas provocó la cancelación de todos los vuelos, evidenciando el impacto que tienen estas acciones laborales en la operatividad del transporte aéreo.

Los trabajadores encargados de manejar el equipaje también enfrentan serias dificultades. Luc Atlan, responsable del sindicato Unsa en Francia, indicó que el trabajo es muy exigente y la reducción de personal durante la pandemia ha llevado a que los errores aumenten, lo que afecta el servicio al pasajero.

Finalmente, Ali Khiati, miembro del sindicato SUD, adelantó que este verano puede ser catastrófico para la industria, describiendo situaciones caóticas donde los pasajeros sufren retrasos prolongados, lo que podría culminar en una experiencia de viaje insatisfactoria.