Turismo en Nicaragua crece con experiencias en volcanes activos

El volcán Cerro Negro, ubicado en Nicaragua, se ha convertido en un atractivo turístico significativo gracias a la práctica del volcano boarding, una actividad que está impulsando el turismo y apoyando la recuperación económica del país tras crisis recientes.

Con una altura de 728 metros, el Cerro Negro ofrece a los visitantes una emocionante experiencia de deslizamiento por sus pendientes cubiertas de ceniza, que dura aproximadamente 40 segundos y permite a los participantes afirmar que han ‘surfeado’ un volcán.

Ana Muller, una turista alemana, disfrutó de esta experiencia única y llena de adrenalina, resaltando que es una actividad que solo se puede realizar en algunos lugares del mundo, y específicamente en León, Nicaragua.

A pesar de ser un volcán activo, Cerro Negro no presenta emisiones de humo, ya que su última erupción importante ocurrió en 1999. Eduardo Shandro, un turista estadounidense, describió la experiencia como divertida y un poco aterradora, mientras que su compatriota Adolfo Adofen también compartió su emoción por la velocidad y el control que se pierde durante el descenso.

Carina Mora, una turista de Portugal, mencionó que la mejor parte de su experiencia fue el contacto con la tierra caliente, una conexión humana que nunca había sentido antes. Comentó que, aunque la caminata hacia el volcán puede ser cansada, el regreso es satisfactorio y deja ganas de repetir la experiencia.

El Cerro Negro ha visto una afluencia considerable de turistas adictos a la adrenalina, lo que representa un nuevo impulso para el turismo en un país que ha enfrentado importantes desafíos desde 2018, incluyendo una crisis política agravada por la pandemia del coronavirus.

El volcano boarding en Nicaragua comenzó en 2006, cuando los pioneros de esta actividad se aventuraron por primera vez en las laderas del Cerro Negro. Uno de ellos, Lesther Centeno, ahora director de una empresa de tours, ha descrito las dificultades enfrentadas por la industria en los últimos años y la lenta reactivación del turismo.

Centeno explicó que estuvo inactivo durante aproximadamente ocho meses, pero ahora el regreso de los turistas está comenzando a notarse, ya que buscan este tipo de experiencias únicas, subrayando que es el único lugar en el mundo donde se puede practicar snowboard en un volcán activo.

En León, la ciudad más cercana a Cerro Negro, al menos 12 operadores turísticos ofrecen experiencias de descenso por alrededor de $30, lo que ha beneficiado a las comunidades cercanas que dependen del turismo.

Matilde Hernández, guardabosques del parque volcánico, destacó que doce comunidades que rodean el volcán, que suman medio millón de personas, dependen directa o indirectamente de la actividad turística. Además, José González, un residente local, comentó que su trabajo es llevar las tablas hasta el volcán, lo que representa su principal fuente de ingresos.

La actividad turística en Cerro Negro no solo ofrece una experiencia emocionante a los visitantes, sino que también está contribuyendo significativamente a la economía local, ayudando a reactivar un sector que ha sufrido por crisis pasadas y la pandemia.