El sur de Europa enfrenta cambios significativos en turismo

El sur de Europa está experimentando un cambio notable en su sector turístico, el cual se ha visto modificado por la búsqueda de experiencias más rurales y sostenibles tras la pandemia. A medida que las restricciones disminuyen y los viajeros retornan, la demanda se está desplazando hacia estancias más humildes y auténticas.

Por ejemplo, Dimitris Diavatis, dueño de un complejo turístico en Grecia, ha visto cómo una sola factura de electricidad ha puesto en duda la recuperación de su negocio. A pesar de un aumento en las reservas, sus costes han duplicado en comparación con el año anterior, lo que pone en riesgo su rentabilidad ante un entorno inflacionario.

Grecia, al igual que otros países del sur de Europa, como España, Portugal e Italia, ha comenzado a ver una recuperación en el turismo, con la esperanza de alcanzar entre el 80 y el 90 por ciento de los niveles de ingresos registrados en 2019, un año en el que el país recibió 33 millones de turistas generando 18 mil millones de euros.

Sin embargo, los desafíos siguen siendo significativos. El aumento de los precios de la energía, exacerbado por el conflicto entre Rusia y Ucrania, está afectando a los márgenes de beneficio del sector, que ya enfrentaba facturas elevadas de combustible y una escasez de personal a raíz de la dislocación del mercado laboral provocada por la COVID-19.

La competitividad en el mercado se agudiza, ya que muchos hoteles en la región luchan por mantenerse a flote, recordando una crisis financiera que se superó hace pocos años, pero que la pandemia ha vuelto a golpear de manera feroz.

Además, la presión económica ha llevado al presidente de la confederación de turismo griega a solicitar ayuda del gobierno, afirmando que resulta "objetivamente imposible" para los hoteles cubrir sus costos operativos en un entorno tan adverso.

A medida que se inician las temporadas turísticas, tanto Grecia como Italia simultáneamente enfrentan la escasez de empleados en el sector, ya que muchos trabajadores han optado por buscar oportunidades mejor remuneradas en el extranjero durante la pandemia.

No obstante, algunos países como España ven una gran demanda de turismo con altas tasas de vacunación y un levantamiento de las restricciones, propiciando pronósticos optimistas para una temporada de verano enérgica, aunque los costos persistentes de energía sugieren que las ganancias podrían ser más bajas.

Las preferencias de los viajeros han cambiado, reflejándose en el aumento del interés por experiencias menos convencionales. Numerosas personas buscan escapadas en áreas rurales y están optando por el alquiler de autocaravanas o alojamientos alternativos, tendencias que han cobrado mayor fuerza durante la pandemia.

Finalmente, el turismo en Portugal, que representa una parte crucial de su economía, también se está adaptando a estas nuevas demandas, con un resurgimiento de antiguas aldeas que ahora atraen a viajeros en busca de entornos más seguros y tranquilos. La industria del turismo está en medio de una transformación significativa, impulsada por cambios en las expectativas de los turistas.