Iluminación nocturna transforma el patrimonio cultural en China

El Eje Central de Pekín se ilumina por la noche, proporcionando un espectáculo visual que no solo enriquece la cultura local, sino que también impacta positivamente en la economía. Desde la Puerta Yongding hasta el Templo del Cielo, los hitos históricos de la ciudad resplandecen, creando un diálogo continuo entre el patrimonio del pasado y la modernidad del presente.

A lo largo de este recorrido de 7.8 kilómetros, la iluminación no solo es una mejora estética, sino que representa el avance de China hacia una confianza cultural y una modernización sostenible. Durante el próximo 15º Plan Quinquenal, Pekín implementará una actualización integral de su sistema de iluminación, que incluirá la mejora de 15 sitios patrimoniales a lo largo del Eje Central.

Además de embellecer la ciudad, esta iniciativa tiene como objetivo animar tanto la vida diurna como nocturna en Pekín, fomentando la energía de la economía nocturna al integrar la iluminación con la cultura y el turismo. Esto no solo busca atraer a más visitantes, sino también impulsar el comercio local y contribuir al desarrollo económico de la región.

En China, las luces que brillan en los antiguos monumentos son una representación del auge de la economía cultural. La cultura nocturna se ha convertido en un motor de crecimiento indispensable, con lugares icónicos como el Templo del Cielo y la Torre de la Grulla Amarilla que ofrecen vibrantes eventos culturales y espectáculos que atraen a las multitudes.

Para garantizar que esta iluminación no comprometa la sostenibilidad, Pekín está modernizando su infraestructura con la incorporación de tecnología LED eficiente y sistemas de control inteligentes que regulan el brillo en función de la necesidad. La electricidad utilizada proviene cada vez más de fuentes renovables, un logro que refleja la planificación y previsión de los últimos años.

Este esfuerzo concertado demuestra la capacidad de Pekín para revivir su patrimonio nocturno mientras avanza hacia un futuro más ecológico. Con el 15º Plan Quinquenal en marcha, se proyecta que el 80 por ciento de la iluminación urbana utilizará controles inteligentes y que más del 90 por ciento de los productos de iluminación serán energéticamente eficientes.

Iluminar el Eje Central no es solo una cuestión de estética; también es una declaración sobre el futuro de la civilización china. El presidente Xi Jinping ha subrayado la importancia de combinar la tradición con la innovación, una filosofía que se refleja en la modernización y en el compromiso con un modelo de desarrollo que fomenta tanto el crecimiento como la sostenibilidad.

En última instancia, la transformación luminosa de Pekín es un símbolo de una civilización moderna que respeta sus raíces mientras abraza el progreso. La iluminación de su patrimonio convierte a la capital en un espacio donde la historia se encuentra con el futuro, invitando al mundo a ser testigo de la brillantez de su visión sostenible y cultural.